Este año, el Día Mundial del Medio Ambiente tiene como lema "Piensa. Aliméntate. Ahorra". Se pone el foco en el desperdicio de alimentos, con el fin de reducir desechos, pérdidas y hambre. Nos sumamos a la campaña, recordando los principios de un Consumo Sostenible.
Es una campaña en contra del desperdicio y la pérdida de alimentos que promueve la reducción de la "huella" que dejamos en el mundo al satisfacer nuestras demandas alimentarias. Esta campaña nos invita a ser más conscientes del impacto ambiental de nuestras decisiones alimentarias y nos invita también a tomar decisiones informadas.
Deberíamos:
Reducir el desperdicio de alimentos;
Recuperar el consumo de alimentos saludables;
Reciclar los deshechos para otros usos, incluyendo alimentos para animales, composta y generación de energía.
La producción global de alimentos ocupa el 25% de la tierra habitable y representa el 70% del consumo de agua dulce. Representa asimismo el 80% de la deforestación y el 30% de la emisión de gases de efecto invernadero.
Mientras el planeta lucha por sostener a siete mil millones de personas (cifra que se prevé llegara a los nueve mil millones para el 2050), la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) estima que un tercio de la producción mundial de alimentos se desperdicia o se pierde. El desperdicio de alimentos drena nuestros recursos naturales y contribuye negativamente al impacto ambiental.
Cuando los alimentos terminan en rellenos sanitarios, se descomponen y generan metano, un gas de efecto invernadero que contribuye al calentamiento global. Los desperdicios de alimentos también emiten sustancias que pueden contaminar el agua.
Si se desperdicia la comida, significa que todos los recursos que se utilizaron en su producción también se desperdician.
Todos podemos reducir el impacto ambiental de los alimentos que consumimos dando los pasos necesarios para evitar el desperdicio. Por ejemplo: hagan sus compras de despensa con base en una lista. Muchos de nosotros no lo hacemos así. Si sabemos qué hay en casa podemos ahorrar tiempo y dinero. Igualmente, podemos preservar los alimentos al asegurarnos que el refrigerador esté ajustado a una temperatura adecuada. Éstas y otras ideas pueden ayudar al medio ambiente y ahorrar dinero.
Sin importar en donde vivamos, todos podemos hacer un esfuerzo por terminar con el desperdicio de alimentos en el planeta.
Así que, ¡piensen antes de alimentarse y ayuden a ahorrar para salvar al medio ambiente!
Según la FAO, cada año se desperdician 1,3 billones de toneladas de comida. Al mismo tiempo, una de cada siete personas del planeta se va a la cama hambrienta y más de 20.000 niños de menos de 5 años mueren de hambre cada día. Desperdiciar comida supone además tirar a la basura todos los recursos que se han invertido en producirla.
La situación actual es de un desequilibrio sangrante, y de gravísimas consecuencias para todos, sociales, éticas y mediambientales.
¿Qué puede hacer usted como consumidor?
Optar por los productos de temporada
Elegr preferentemente productos locales, evitando así los gastos desmesurados en transporte.
Evitar el sobreembalaje.
Cambiar hábitos e incluir en su cesta productos sostenibles, biológicos y de comercio justo.
Comprar lo que se vaya a consumir, vigilando fechas de caducidad.
Extremar las precauciones en la elaboración y conservación de alimentos...
Son medidas sencillas que, si todos adoptamos, ayudarán a evitar desperdiciar tantos recursos.
En definitiva, se trata de que pienses antes de alimentarte y así ahorres para proteger el medio ambiente.