27 • jul. • 2017 en Prácticas educativas La Diaria
Una de las tantas actividades por el Día Internacional de la Mujer, celebrado el 8 de marzo, fue un concurso de fotografías dirigido a niños y adolescentes del sistema educativo, organizado desde el Instituto Nacional de las Mujeres, la Red de Género de la Administración Nacional de Educación Pública y el Plan Ceibal. La recepción de fotos estuvo abierta entre el 1º de abril y el 15 de junio, y después de varias semanas, el jurado, integrado por representantes de las instituciones organizadoras y también del Ministerio de Educación y Cultura, ya definió los ganadores.
En las dos categorías de primaria, una que iba de primer a tercer año y otra de cuarto a quinto, el primer premio fue para estudiantes de la escuela rural de Paraje Berachi, en el departamento de Cerro Largo. La fotografía de los estudiantes que participaron en la categoría de los más chicos retrató a la madre de la estudiante que presentó la foto mientras esquilaba una oveja, tarea que, según se aclara en el pie, debe realizar porque su padre no puede hacerlo por motivos de edad. En el caso de la categoría de cuarto a sexto, la descripción de la fotografía señala: “Esther es mi vecina de 85 años que todavía hace mantas con su rueca, como le enseñó su abuela acá en la zona de Berachi”.
Según explicó a la diaria la maestra de la escuela, Lorena Fregueiro, cuando surgió la iniciativa de participar en el concurso, trabajaron en clase sobre el rol de la mujer en el medio rural. Según contó, hablaron de que más allá de que muchas veces realizan tareas a la par de los varones, no siempre se las reconoce de la misma forma. Después de problematizar el tema, los niños tomaron las fotografías con las XO, tablets y celulares, y las volvieron a llevar al ámbito de clase. En ese momento, en la escuela se pusieron “en actitud de jurado” para ver de qué forma se podía lograr una mejor composición de las imágenes, relató la maestra. Fue así que se logró una segunda tanda de fotos, que fueron finalmente presentadas al concurso.
A la escuela rural de Berachi, que se ubica a 34 kilómetros de la ciudad de Melo, concurren cuatro niños, uno al nivel inicial, otro a primer año, otro a tercero y una niña a sexto. Dos de los tres niños que participaron en el concurso obtuvieron los primeros premios en sus respectivas categorías, y el otro logró una mención especial del jurado. Además de ser pocos, para poder ir a clase los niños hacen entre 17 y 20 kilómetros a diario, ya sea en moto o a caballo. Por ello, la maestra dice estar muy contenta y orgullosa de que sus estudiantes tengan iniciativa y ganas para trabajar en proyectos de este tipo. Los niños también trabajan en un proyecto de invernáculos y otro de microtúneles, y en los próximos días participarán en un concurso en conjunto con una asociación local de jóvenes rurales.
Según contó Fregueiro, se enteraron de la noticia el lunes en la escuela mientras festejaban un cumpleaños, por lo que el festejo fue doble. Ahora los niños tienen mucha expectativa acerca de la premiación, para la que está prevista una actividad en Montevideo en las próximas semanas. El objetivo del concurso fue “captar a las mujeres en su cotidianidad”, además de registrar “cómo viven, las distintas actividades que desempeñan, la forma en que interactúan con el medio, sus intereses”. Aquí pueden verse las fotos de los ganadores y las menciones especiales en cada una de las categorías.
Un emotivo homenaje
El momento más emotivo llegó casi al final del acto inaugural. Juan Carlos López, maestro de ceremonias, recordó que ya en la primera edición de la revista de la ARU, en 1871, año de fundación de la gremial, entre los principios clave expuestos se mencionó la trascendencia de promover la existencia de escuelas en todo el país.
Tras mencionar eso, destacó la presencia en ese momento en el ruedo, por invitación de la ARU, de los integrantes de una escuela rural muy particular, distante 400 kms de Montevideo, ubicada sobre la ruta 7, en Berachí, Cerro Largo.
Estaban presentes la maestra, Lorena Fregueiro, tres de los cuatro niños que en total van a esa escuela (Samira Rodríguez, Thiago Neves, Nicolás Jara –Sabrina Rodríguez es la más chiquita–) y madres u otros familiares de esos niños (Miriam Duarte, Valentina Pérez y Graciela Rodríguez).
López explicó que en el Año Internacional de la Mujer ANEP organizó un concurso fotográfico para que los escolares tomen fotos de mujeres de su entorno en actividades cotidianas.
Cada escuelita podía enviar un máximo de seis fotos. Eso hizo la escuela rural de Berachí que no solo ganó el primer premio: ganó cinco de los seis premios.
A cada niño, madre y a la maestra ARU les entregó una caja con una escultura elaborada en tiza, conteniendo recreaciones en miniatura de un mate, de un hornero con su nido, de la puerta de la Ciudadela y de una botella de vino, en una pieza que contiene lana y un concepto sobre la misión de la ARU.
El momento más tocante llegó cuando a pedido de la maestra los niños tuvieron que hablar. La niña se emocionó cuando estaba hablando de lo que para ella significa la escuela y la maestra. Apenas pudo decir que sus dos compañeritos varones iban a cantar un verso que ella creó para la maestra, cosa que hicieron, generando un muy fuerte y extendido aplauso de los presentes en el ruedo. Luego, los niños entonaron un fragmento del himno a la escuela rural, de Miguel Soler.
Los niños, para el concurso, retrataron a su madre y/o otras mujeres del medio rural en faenas camperas. Dos de esas labores, a modo de ejemplo, se desarrollaron ayer en el predio de la Rural del Prado conformando las actividades del acto inaugural. Una de las damas esquiló con una tijera y otra utilizó una rueca para armar ovillos, en una actividad que fue seguida de cerca y con gran curiosidad por mucha gente, pero especialmente por los niños de escuelas montevideanas que allí estaban.
