domingo, 17 de noviembre de 2013

Leer escribir y programar

Ana Pais / @anapais_uy - 16/11/2013
cromo.com.uy

El investigador del MIT Mitchel Resnick visitó Uruguay para  promover la enseñanza de la codificación desde la escuela. Eso  hace su popular software infantil Scratch, con el que hay 4  millones de proyectos compartidos

“En los últimos años he escuchado sobre las nuevas iniciativas  educativas que lleva a cabo el Plan Ceibal en Uruguay y me  sentí emocionado de poder venir a ver cómo los jóvenes están  usando Scratch de forma creativa”, contó Resnick en una  entrevista con Cromo durante su primera visita a Uruguay, con  motivo de Expo Aprende Ceibal.

En Scratch hay proyectos uruguayos de temas muy diversos. Desde  una animación de Caperucita roja con un tierno relato de niños  de 5 años, hasta un interactivo acerca de las castas de las  abejas, pasando por un juego al estilo “serpientes y escaleras”  sobre educación cívica. El único factor en común son las ganas  de expresar algo de forma digital.

La programación es justamente una forma de usar la computadora  para “diseñar, crear, experimentar y explorar”, una combinación  de términos que este referente mundial en educación y nuevas  tecnologías repite de forma constante.

“Queremos que todos los niños sean capaces de escribir. Es  importante para expresar sus propias ideas y comunicarse con  otras personas. Además, hay un sentido de poder que viene con  el saber escribir. La mayoría de las personas no crecerán y se  convertirán en escritores profesionales. Pero igual es  importante que lo sepan para hacer la lista de las compras del  supermercado, contactarse con un amigo e incluso para aprender  a organizar sus pensamientos”, contó Resnick.

De la misma forma, el experto del MIT considera que la  codificación debería ser incluida en el plan de estudios de la  educación obligatoria. Aunque suene tentador tener un país  lleno de programadores, una profesión con desocupación cero en  Uruguay y el mundo, ese no es el motivo que da Resnick. En su  opinión, las ventajas de saber programar son las mismas de la  escritura: aprender a expresarse y a pensar de forma más  ordenada.

En mi rudimentaria animación, por ejemplo, establecí que el  escarabajo empezara a bailar solo cuando el usuario hiciera  clic en la banderita verde, el play de Scratch. Para ello,  coloqué el bloque que indicaba esa acción al principio del  código, previo a los movimientos de vaivén. Solo así se  cumpliría mi idea tal cual la pensé. En programación, cada  acción tiene que estar en un estricto orden lógico o la  animación no tendrá sentido.

Esto es lo que Resnick llama “aprender a programar y programar  para aprender”.
Perderle el miedo

En una charla TED de este año, Resnick contó que, tras una  visita a un centro educativo, un niño lo abordó para  preguntarle cómo se hacía para llevar el puntaje en un juego  que había creado en Scratch. El doctor en ciencias de la  computación le mostró qué bloque realizaba esa acción y el  pequeño le agradeció con tres efusivos “gracias”. “¿Cuán a  menudo los alumnos le agradecen a sus profesores por enseñarles  variables?”, se preguntó en ese momento.

En sus workshops, Resnick no les enseña a los docentes a  programar. Los hace crear sus propias animaciones, juegos e  historias interactivas. Y les explica que no necesitan saber  todas las posibilidades de Scratch para poder usar el programa  en clase.

“A veces piensan que tienen que convertirse en expertos antes  de presentarles algo a sus alumnos. Eso no es cierto. Si  queremos que los estudiantes sean buenos aprendiendo, tienen  que tener docentes que también sean buenas aprendiendo, no que  sepan todo. De hecho, es positivo que los maestros de vez en  cuando digan: ‘No sé cómo hacer esto, aprendamos juntos’. Así,  enseñan acerca de cómo acercarse a un problema difícil, cómo  buscar nueva información y preguntarles a otros, cómo persistir  incluso cuando se frustran”, dijo Resnick.

No hay comentarios: